Se les llama VALORES a las realidades que son consideradas como positivas y
buenas para el Desarrollo Humano Integral de las personas, y para tener una
convivencia: libre, justa, pacífica y fraterna. Los valores en los que se va a insistir
son: Orden, Moderación, Disciplina, Respeto y Amor. Cuando estos valores se
encarnan en lo profundo de una persona se llaman hábitos buenos, y son los que
dan fuerza para una vida plena. Los hábitos están entrelazados de tal manera que
adquiriendo éstos, se refuerzan muchos más, y son los que conforman el carácter.
Se ha escogido éstos por ser básicos y para hacer un sistema más sencillo, que
sea más fácil de llevar a la práctica, sin perderse en una selva de información. La
intención general es formar el autocontrol de las personas a través de hábitos
buenos, así como su criterio, aspectos fundamentales para poder salir adelante
en la vida.
El valor es algo bueno pero externo a la persona. Es muy distinto hablar de orden
que ser ordenado, o hablar de respeto y ser respetuoso. Existe un abismo entre
comunicar un valor y que las personas lo vivan como algo natural, que lo
practiquen siempre y con gusto. Este abismo se salta con el puente de los hábitos.
Si se cruza ese puente la persona irá haciéndose mejor, más feliz, más productiva,
superando las dificultades y alcanzando objetivos. Si no se cruza, se quedará en
el terreno teórico: hablando de los valores, contando historias, haciendo
actividades, poniendo metas, pero con la frustración de no avanzar. Podemos
pasar del Valor al hábito, pero, ¿CÓMO HACERLO?
DEBEMOS IMPLEMENTAR TRES ELEMENTOS INSEPARABLES:
1. Poner intenciones buenas al hacer las cosas: MOTIVACIÓN.
2. Asimilar los principios a través de la REFLEXIÓN.
3. Llevar a la práctica los valores, realizarlos con base en CONSTANCIA EN
PEQUEÑAS METAS.
SI SE PRESENTARA COMO UNA FÓRMULA, SERÍA DE LA SIGUIENTE MANERA:
HÁBITOS BUENOS = MOTIVACIÓN + REFLEXIÓN + CONSTANCIA EN PEQUEÑAS METAS = CARÁCTER
FORMAR HÁBITOS BUENOS NO ES TAREA RÁPIDA NI FÁCIL. TAMPOCO ES MUY COMPLICADO NI IMPOSIBLE. ES ACCESIBLE Y POSIBLE SI SE RESPETA LA MANERA DE VIVIR LOS ELEMENTOS DE LA FÓRMULA QUE SON LOS SIGUIENTES:
1. MOTIVACIÓN se identifica con la finalidad o el sentido con el que se hacen las
cosas. Por ejemplo, lo más importante no es que un hijo obtenga el primer
lugar en todo. De poco serviría esta acción buena si el hijo sólo lo hace por
vanidad, por ganarles a los demás, por burlarse: esta mala intención le está
llevando a adquirir vicios en lugar de hábitos buenos. De ahí la importancia de
enseñar a tener motivaciones altas en su actuar, que busquen servir, ser
saludables, buenos ciudadanos, solidarios, preocupados por cuidar el medio
ambiente…
a. Ayuda un buen ambiente: acallar burlas y mal ambiente respecto al hábito
o metas propuestas; animar, echar porras, decir: “tú puedes”; evitar sólo la
competencia, el ganarles a los otros sólo para demostrar que es mejor;
evitar que se comparen entre los hijos y piensen que valen si los
reconocen los demás; etc.
b. Importante para crecer en valores y hábitos buenos es que se esfuercen
por hacer las cosas lo mejor posible, con una buena intención.
2. Que a través de la REFLEXIÓN los miembros de la familia entiendan y
asimilen el por qué, el para qué y el cómo se vive un determinado hábito
bueno. Asimilar es comprender lo que se aprende, incorporarlo a
conocimientos previos y saber aplicarlo a la vida. Que entiendan también que:
cada acción buena, aunque nadie lo vea, les va haciendo mejor; y que cada
acción mala, aunque nadie lo vea, los corrompe y van adquiriendo vicios, con
todas sus nefastas consecuencias.
3. CONSTANCIA EN PEQUEÑAS METAS: tener una sola meta que sea
pequeña, concreta y medible, como las que se proponen en SVD Familias
felices.
a. Una pequeña meta, pero cumplirla, aunque lo demás no salga. Evitar
exigir en varios puntos a la vez.
b. No pasar a la siguiente meta hasta que se haya alcanzado la anterior. Si
en un mes no se alcanza, ajustar la meta. Ir poco a poco: más vale paso
que dure y no trote que canse. Ayuda a la constancia que la persona tenga
pequeñas victorias, las cuales son muy importantes, por lo que no hay que
despreciarlas sino valorarlas mucho. Refuerza la lucha el que la persona
sea consciente de estar contenta cuando alcanza la pequeña victoria.
c. Será importante la evaluación frecuente. Seguimiento cercano, lo más
posible y positivo: infundir optimismo y esperanza, palabras animantes,
más que reproches y reclamos.
d. Acumular las metas que ya se viven, es decir, cuando se pone una nueva,
no dejar de vivir las metas anteriores.